Los efectos del confinamiento en las abejas y los apicultores

¿Qué pasó con las abejas durante la pandemia?

En el año 2020 y 2021 hubo restricciones frecuentes relacionadas con nuestra movilidad. El bloqueo relacionado con los movimientos humanos ha creado una fuerte ralentización en todas las actividades.

Durante la pandemia muchos apicultores tuvieron dificultades para llegar a su apiario. Las abejas , por otro lado, parecen haberse beneficiado de los periodos de confinamiento , recordándonos una vez más que los humanos somos los causantes de muchos problemas que dañan la naturaleza.

Nuestro confinamiento forzoso ha permitido que la naturaleza continúe su ciclo normal e incesante de desarrollo, sin perturbaciones. Nuestra ausencia forzada fue la causa de un renacimiento milagroso de la naturaleza. Veamos cómo las abejas se han beneficiado de estos períodos.

Reducción de la contaminación y bienestar de las abejas

La reducción de emisiones nocivas, y la disminución de la contaminación, han hecho renacer la tierra. Los primeros en beneficiarse de este contexto fueron los animales.

Las abejas en particular se encontraron viviendo en un entorno más saludable . El ciclo de vida de estos insectos suele ser muy corto, en torno a los 40/60 días. Esto significa que algunas generaciones de abejas en realidad han vivido en un territorio muy favorable y se han beneficiado de él.

En primer lugar, se interrumpió la obsesiva limpieza a lo largo de los bordes de las carreteras, lo que permitió que las plantas crecieran y florecieran, ofreciendo una fuente de alimento adicional e inesperada para las abejas y otros polinizadores.

Otro factor que no debe subestimarse fue la fuerte reducción del tráfico. La escasez de coches en las carreteras, en muchas zonas del planeta, ha provocado una drástica caída de la contaminación. El smog, aunque sea indirectamente, siempre ha sido un fuerte enemigo de los enjambres.

Lo que sucede con el smog en realidad no tiene nada que ver con la respiración de las abejas, sino que reduce su capacidad de percibir el aroma de las flores. De esta forma, se dificulta la identificación de los alimentos y las abejas trabajan el doble para alimentar a la mitad de ellos, consecuentemente, las colonias se debilitan.

La naturaleza renace sin el hombre: un punto para reflexionar

Claramente, este período de bloqueo realmente nos ha hecho darnos cuenta de que muchos de los problemas que sufre nuestro planeta están relacionados con nosotros y con algunos de nuestros comportamientos incorrectos.

El hombre abusa cada vez más de todos los recursos que ofrece el planeta. El confinamiento nos ayudó a comprender cómo la naturaleza puede beneficiarse de nuestra ausencia. Por ello, debemos asegurarnos de que nuestra supervivencia no perjudique el desarrollo de la naturaleza y que ésta no entorpezca sus ciclos de vida.

Es importante poder mantener todos los beneficios que hemos visto en el tiempo. Las aguas de los ríos han vuelto a ser más claras, la calidad del aire ha mejorado, las plantas han logrado proliferar y toda la naturaleza ha hecho un verdadero renacimiento.

Estos eventos realmente deberían hacernos pensar. Sabemos muy bien que la contaminación ha tenido un impacto directo en la despoblación de familias de abejas. Eliminar o reducir al máximo el uso de productos químicos y pesticidas es el primer paso para fomentar el desarrollo de estos animales tan importantes.

Las dificultades de los apicultores

Mientras que las abejas recuperaron el equilibrio y la fuerza, por otro lado, los apicultores durante el confinamiento, lucharon para gestionar plenamente su trabajo debido a las limitaciones. En Italia, no hubo mayores problemas ya que a los agricultores todavía se les permitía moverse dentro de las fronteras estatales. En otros países, en cambio, ha habido muchas restricciones que han tenido un fuerte impacto en este sector.

En Grecia, por ejemplo, los apicultores no podían viajar largas distancias y les costaba llegar a los enjambres. La limitación de los viajes ha reducido la posibilidad de que los apicultores nómadas lleven a sus abejas a las fuentes de néctar para buscar alimento.

La importancia de las abejas para nuestro planeta

Las abejas son insectos polinizadores . Esta característica los hace muy importantes para nuestro planeta. El trabajo de las abejas tiene un fuerte impacto en los alimentos disponibles en el mundo. Esto se debe a que gracias al proceso de polinización, las abejas favorecen el intercambio de polen entre flores y plantas, provocando su continua proliferación.

Sin el trabajo que realizan las abejas con constancia, muchas especies vegetales de las que hoy disponemos no existirían.

La extinción de determinadas especies vegetales provocaría muchos desequilibrios en la cadena alimentaria y podrían producirse daños irreversibles como la desaparición de otras especies animales.

Es posible que no exista un tercio de los alimentos disponibles hoy en día. Las abejas son esenciales para mantener el equilibrio del ecosistema y de todo el planeta.

Durante más de treinta millones de años, las abejas han estado ayudando a las flores a expandir su área de distribución y reproducirse, asegurando el mantenimiento de la biodiversidad e incluso ayudando a restaurar áreas cercanas a la desertificación.

Proteger la vida de estos maravillosos animales es tan importante como nuestra supervivencia.

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